No, no son zapatos. Mi otro vicio, como María Antonieta, es el de los dulces. Por eso, hoy me referiré a "las legítimas y acreditadas tortas de aceite de Inés Rosales", porque también se trata de una compra necesaria.
Se me ocurre hablar de estas tortas porque, ya iniciados en la temporada de Carnaval, mi madre ya empezó a hacer filloas, orejas, flores, rosquetes .... Bueno, lo mejor de lo mejor, sobre todo si se acompaña de un buen lacón con grelos. Y como yo siento un auténtico placer por las orejas, os diré que aún no hace mucho descubrí un alimento que las "sustituye" durante todo el año. No es lo mismo, pero se parecen. No son lo mismo porque estas tortas están muy especiadas, con anís y similares. Os recomiendo, de verdad, que las probéis, porque vale la pena. Las tortas de aceite vienen a ser un postre andaluz muy conocido, y la fábrica más conocida creo que debe ser la de Inés Rosales, de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), que encontró una antigua receta mora en 1910, y fundó su propio negocio para elaborar y comercializar tortas. Se pueden comprar en cualquier supermercado. Aquí os pongo una foto para ir haciendo boca ....
